miércoles, 29 de enero de 2014

Entrega de premios del Certamen Publio Hurtado y presentación de libro

 

Mañana jueves, 30 de Enero, a las 19,30 h. la Asociación "Adaegina" Amigos del Museo de Cáceres celebrará un doble acto, abierto a todo el público, para la entrega de los premios correspondientes a los trabajos que resultaron galardonados en la III edición del Certamen de Investigación Cultural «Publio Hurtado», fallado el pasado mes de noviembre.

Como se sabe, el Segundo Premio recayó sobre el trabajo titulado «Carteles festivos y taurinos de Badajoz», de D. Juan Antonio Durán Romero, y el Tercero se otorgó al trabajo sobre «Los primeros cinematógrafos en Cáceres. Cine y espectáculo de variedades (1897-1919)», cuyo autor es D. David Narganes Robas, quedando desierto el Primer  Premio. 

El acto será presidido por la Delegada Provincial de la Consejería de Educación y Cultura, Dña. Pilar Pérez García, y contará con la intervención del Presidente de "Adaegina", D. Manuel Grisalvo Rosado, así como del Presidente del Jurado que seleccionó los trabajos ganadores, el profesor D. Fernando Claros Vicario. Como se anunció en su momento, integraron el Jurado, además de su presidente, la Secretaria, Dña. Julia García Rovidarcht y los vocales D. Javier Marcos Arévalo, profesor de Antropología social de la Universidad de Extremadura, D. Joaquín Valhondo de la Luz, miembro de la Directiva de la Asociación Profesional Extremeña de Antropología, Dña. Ana García Martín, Técnico Superior de Arte del Museo de Cáceres y D. Fernando Pérez García, Técnico Superior de la Consejería de Educación y Cultura.

Por otra parte, se presentará al público el libro titulado «Bienes culturales intangibles. El Campo Arañuelo: Rituales festivos, tradición oral y ciclo de vida», de María Jacinta Sánchez Marcos. Como se recordará, este trabajo resultó merecedor del Primer Premio en la I edición del mismo certamen «Publio Hurtado», celebrada en 2009.
 
El libro, de 470 páginas, ha sido editado por la Asociación «Adaegina» Amigos del Museo de Cáceres en cumplimiento de su compromiso con la conservación y difusión del Patrimonio cultural extremeño.


jueves, 2 de enero de 2014

La Pieza del mes. Enero de 2014


Fíbula anular
Siglos VI-V a.C. 
El Risco, Sierra de Fuentes
Bronce
 
 
Una fíbula, lo que hoy llamaríamos imperdible o broche, es un objeto metálico que tiene la finalidad de unir prendas de vestir mediante una aguja. Debe contar con un seguro, denominado mortaja, que permita inmovilizar la aguja y así sujetar las prendas, y a la vez un mecanismo que permita fácilmente abrirla y cerrarla repetidamente, ya que la fíbula es autónoma del vestido.
 
Su origen debieron ser agujas y pasadores de hueso, madera y posteriormente de metal que van perfeccionándose con el tiempo. Su tamaño va en relación con la prenda a la que se destina y su material y decoración reflejan los gustos y posición económica del propietario. Las fíbulas además de su utilidad práctica, son objetos de adorno y algunas pudieron servir como amuletos o talismanes. Por otra parte son un elemento básico para el estudio de la arqueología ya que ayuda a los investigadores a fijar cronologías, cambios tecnológicos, influencias culturales…
 
La pieza del mes de Enero es una fíbula anular, ya que su nombre alude a la forma de anillo que da personalidad a la pieza. La pieza se realizó a partir de dos varillas de bronce que fueron fundidas sobre un molde. Con una varilla se forma el aro que tiene un diámetro de 6,9 centímetros. Con la otra la aguja, el arco y el resorte. Para su  elaboración, un extremo de la varilla se utiliza como aguja y el resto se enrolla en el aro a ambos lados de la aguja, a modo de resorte, con un total de veintiuna vueltas lo que permite que la aguja se pueda mover y vuelva a su posición original. Con el resto de la varilla se forma el arco que une dos lados opuestos del aro impidiendo que por la presión se cierre. Para terminar se crea una mortaja  con una simple incisión que permite sujetar e inmovilizar a la aguja y así sujetar las prendas de vestido.
 
La pieza apareció en un excavación de urgencia motivada por la instalación en 1991 de un Radar Meteorológico y su carretera de acceso en la Sierra del Risco, en Sierra de Fuentes.