jueves, 10 de enero de 2013

Casi 160.000 visitantes en 2012




El Museo de Cáceres ha cerrado el año 2012 con un total de 159.935 visitantes, lo que supone un aumento del 2,9 % con respecto a las cifras del año anterior. Después de dos años en que había descendido el volumen de usuarios, se recuperan las cifras hasta alcanzar de nuevo los niveles habituales antes de la crisis, siendo el resultado de este año equiparable a los de 2008 y 2009.

Por otro lado, la implantación de un sistema informatizado de entrada de datos y recuento de visitantes, en Enero del año pasado, permite por vez primera tener una información mucho más completa de la composición del público del Museo cacereño a lo largo de todo un ciclo anual. Así, se comprueba que Abril, con su Semana Santa (24.872), y Octubre (17.327), son los meses que arrojan mejores resultados, superando los meses de otoño a los de verano; de este modo, se confirma la tendencia de los últimos años en que Agosto ha dejado ya de ser el segundo mes en cifras de visitantes, para ceder ante los números de meses como Septiembre y Octubre. En el otro extremo, los meses que atrajeron menos usuarios al Museo son Enero (6.771) y Febrero (8.735).

Como es sabido, desde el segundo semestre el Museo ha ampliado su horario de apertura al incrementarse el horario de trabajo de su personal; esto ha favorecido una mayor accesibilidad horaria para los usuarios, registrándose el máximo de entradas entre las 13,00 y las 14,00 horas (21,9 %) y entre las 12,00 y las 13,00 (20,5 %); por otra parte, el sábado, con un 26,8 % del total de visitas sigue siendo el día de la semana preferido por los visitantes para acercarse al Museo, seguido por el viernes, con un 16,7 %.

Del total de visitantes, 48.933, es decir el 31 %, entró en el Museo formando parte de uno de los 1.580 grupos organizados que se han registrado. De esos usuarios, 8.752 fueron escolares, sobre todo de Primaria (3.976) y ESO (2.151), aunque también destacan los 1.237 universitarios; en cuanto al resto de grupos, el Museo acogió un total de 35.756 personas en grupos de turistas, además de 3.634 en grupos de Mayores y 791 formando parte de asociaciones o entidades culturales de todo tipo.

Por lo que respecta al origen de los visitantes, la gran mayoría (88,45 %) siguen siendo españoles, mientras que los extranjeros fueron 18.474. De los españoles, Extremadura se lleva la palma con 22.698 visitantes, de los cuales 13.203 proceden de Cáceres capital y el resto se reparte por la región, destacando Badajoz capital (2.520), Mérida (703), Plasencia (669) o Don Benito (473); por supuesto, más de 3.000 personas procedían  de pequeños pueblos repartidos por las provincias de Cáceres y Badajoz. Fuera de nuestra región, los españoles vienen sobre todo de Madrid (28.303), Andalucía (20.285), Castilla y León (8.835), Cataluña (6.775), Comunidad Valenciana (6.303) y País Vasco (6.020), mientras que la mayoría de los extranjeros son europeos (16.253), destacando sobre todo los franceses (3.749), portugueses (3.707), británicos (2.668), alemanes (2.369) e italianos (1.168). Fuera de nuestro continente, son los estadounidenses (576), argentinos (307), mexicanos (293), brasileños (213) y japoneses (134) los que más han visitado el Museo.

Entre las actividades del Museo que más han atraído la atención de los visitantes destaca desde luego la exposición “Mujeres: Tipos y estereotipos. Fotografías de José Ortiz Echagüe”, que el Museo ofreció del 13 de Septiembre al 30 de Noviembre, y que registró un total de 28.819 visitantes. Así mismo, la muestra de dibujos “A tourist in your mind” del artista  extremeño Alberto Marcos, que pudo visitarse del 7 de Junio al 28 de Agosto, contabilizó un total de 22.047 usuarios, y 20.693 tuvo la exposición “Femenino plural” organizada del 8 de Marzo al 15 de Abril por el propio Museo para mostrar sus fondos artísticos de autoría femenina. También han destacado otras iniciativas como los talleres de Juegos Sonoros, en Febrero, y de Recuperación de planchas de offset aplicadas a la litografía, en Febrero y Marzo, así como los dos Ciclos de conferencias sobre Historia y Patrimonio Cultural de Cáceres celebrados en Marzo y Noviembre. Es de destacar también la incidencia de la celebración de Foro Sur 2012, que tuvo lugar del 25 al 28 de Octubre y que supuso para el Museo, en sus días centrales, un aumento del 15 % de visitantes sobre las cifras del mismo fin de semana en el año 2011.

miércoles, 2 de enero de 2013

La Pieza del mes. Enero de 2013


Anillo de vidrio
Época romana. Siglos II-III d. C.
Alrededores de Cáceres
 
No se sabe con seguridad cómo, cuándo y dónde tuvo lugar el descubrimiento del vidrio; según todos los indicios su origen es producto de los avances técnicos conseguidos tras un largo proceso de ensayo y error en relación con las tecnologías ya existentes. El escritor latino Plinio el Viejo en su Historia Natural relata cómo el vidrio fue inventado por casualidad cerca de Sidón, en la desembocadura del río Belo. Allí el componente arcilloso del agua del río se mezcla con el agua del mar, dando como resultado una arena muy brillante que se deposita en la playa. Según Plinio, en ese punto desembarcaron mercaderes fenicios procedentes de Egipto; como no tenían piedras sobre las que hacer un hogar para preparar la comida, tomaron terrones de natrón (sosa natural), que portaban en el barco como objeto de comercio. Este material era muy conocido en la Antigüedad debido a sus múltiples usos: para embalsamar, blanquear el lino, cocinar, conservar alimentos, así como también se usaba en medicina, para la fabricación de perfumes, colores, esmaltes, etc. El natrón habría sido traído de los lagos salados del norte de Egipto, cerca de Alejandría, después de que el material hubiera ardido por un tiempo, vieron cómo se formaba una masa vítrea azul verdosa.
 
Sea como fuese, a mediados del III milenio a.C. se fechan las primeras piezas de vidrio, y en la Edad del Bronce ya estaban asentadas las condiciones técnicas necesarias para la elaboración del vidrio: se conocían el fuelle para alcanzar altas temperaturas, los hornos de fusión de bronce, los crisoles y la técnica de soplar planchas de bronce.
 
El vidrio es un material duro, inorgánico, no cristalino y frecuentemente transparente o traslúcido, que se forma por el calentamiento conjunto de una mezcla de materiales tales como arena silícea, piedra caliza y sosa a muy alta temperatura hasta formar un líquido. El vidrio es un material que nunca ha cristalizado y se ha vuelto rígido al enfriarse, pero manteniendo su estructura de líquido. En época romana el vidrio se componía fundamentalmente de arena, sosa y cal, ocasionalmente se sustituyó la sosa por potasa; su uso se extendió por todo el Imperio, siendo utilizado fundamentalmente para fabricar recipientes: cuencos, vasos, botellas, ungüentarios, urnas...., incluso vidrios para ventanas, teselas de mosaico, fichas de juego y objetos de adorno personal como cuentas, pendientes, pulseras y anillos.
 
Los anillos son los adornos en vidrio que aparecen con menor frecuencia en las excavaciones, quizá esto se pueda explicar por su fragilidad. Principalmente se fabricaron en colores verde oscuro y amarillo; la fabricación consistía en enrollar hilo de vidrio caliente en una varilla de metal puntiaguda y a continuación se giraba para que tomase la forma de anillo, introduciéndolo en el horno hasta conseguir la consistencia deseada, se sacaba y decoraba. Esta técnica permitía retorcer, perfilar, e incluso unir varias varillas juntas.
 
La pieza del mes es un anillo de vidrio grueso, de color negro opaco azulado, pulido y plano al interior y semicircular al exterior, con dos gruesas nervaduras a los lados del chatón central de vidrio amarillo; el chatón se realizaba por separado mediante la técnica de presionado sobre molde, posteriormente se unía al anillo mediante la aplicación de calor. En este caso, representa un rostro humano con los rasgos muy bien marcados, procede de un hallazgo casual de los alrededores de la ciudad de Cáceres.