Bifaz de cuarcita
Cueva de Santa Ana (Cáceres)
Pleistoceno Medio (600.000 – 300.000 BP)
La cultura material desarrollada por los humanos tiene como
elemento diferenciador la tecnología, ese conjunto de conocimientos técnicos
que permiten crear objetos para adaptarse mejor al medio.
Disponer de artefactos especializados para poder transformar
la materia y hacerla apta al consumo, ha sido y es uno de los grandes objetivos
de la Humanidad. La
llegada del Modo técnico 2 o Achelense supone el primer gran reto técnico que
afrontan los humanos elaborando herramientas de gran complejidad; el bifaz, un
objeto bifacial y bilateral, con sus dos caras trabajadas y dos aristas
laterales que acaban en punta, es reconocido como tal en el yacimiento francés
de Saint-Acheul. Convertido en fósil director de la cultura Achelense, los más
antiguos se encuentran en el yacimiento africano de Konso (Etiopía) con una
antigüedad de 1,6 millones de años. Fuera de África, el yacimiento más antiguo
es el de Ubeidiya (en el río Jordán) con una antigüedad de 1,4 millones de
años.
En Europa el Achelense no parece tener más de 600.000 años,
habiéndose documentado, entre otros, en los yacimientos de Notarchirico
(Italia), Ambrona y Torralba (Soria, España), Boxgrove (Inglaterra) y
Schönningen (Alemania); en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca
(Burgos), en la Galería
y en la Sima de
los Huesos, se han encontrado bifaces pero más recientes (unos 400.000 años).
En la cueva de Santa Ana (Cáceres), se ha recuperado uno de
los mejores conjuntos de bifaces de la Península con más de 25 ejemplares; de esta
colección procede la pieza que aquí se presenta (SA01-J30-1). La cueva de Santa
Ana, en proceso de excavación y estudio, no dispone de una datación
radiométrica que permita situar su Achelense en la fase antigua o reciente de
esta cultura en Europa; por su técnica y por las características del conjunto,
asociado a una industria en cuarzo de carácter “africano”, esta cavidad podría
formar parte de los primeros elementos achelenses en Europa.
El bifaz, elaborado a partir de una plaqueta de cuarcita, se
caracteriza por una alta perfección técnica en su elaboración y una
conservación extraordinaria, lo que le confiere un carácter casi exclusivo para
el estudio de la funcionalidad, la manera en que se usó. Sabemos que uno de sus
filos fue utilizado para cortar una materia blanda, posiblemente carne, y
se utilizó con la
punta hacia adelante. En el
contexto del Calerizo
cacereño, las comunidades achelenses son las primeras que explotan, de
forma recurrente, un espacio natural en el que la presencia de agua permanente
asegura la disponibilidad de recursos. La pieza expuesta fue obtenida en la Campaña de excavación de
2001 y depositada en el Museo de Cáceres.
Antoni Canals i Salomó
Investigador / docente en la Universidad Rovira
i Virgili (Tarragona) y Co-director del Equipo de investigación Primeros
Pobladores de Extremadura (EPPEX)
No hay comentarios:
Publicar un comentario