jueves, 15 de diciembre de 2011
Feliz año 2012
viernes, 2 de diciembre de 2011
La Pieza del mes. Diciembre de 2011
martes, 29 de noviembre de 2011
Fallado el II Certamen Publio Hurtado
lunes, 28 de noviembre de 2011
Calendario 2012
miércoles, 23 de noviembre de 2011
El Reino de Caronte. Pinturas de Alfonso Martínez-Blay
Éxito de las II Jornadas de Arqueología en la ciudad de Cáceres y su entorno
A lo largo de las Jornadas, el público asistente tuvo conocimiento directo de las intervenciones arqueológicas más importantes llevadas a cabo en Cáceres y sus alrededores a lo largo de los últimos años; intervenciones como la realizada en las obras del Hotel Atrio o la iglesia de San Mateo, junto al control arqueológico de las obras de reforma de la Plaza Mayor, la excavación verificada en la Plaza de Santiago o el tramo de la Vía de la Plata que entra en Cáceres por la Ronda de San Francisco son algunas de las actuaciones a que se hizo referencia.
Otras intervenciones referidas son los estudios llevados a cabo en la Casa de las Veletas o las excavaciones de la finca El Trasquilón, Casas de Marimarcos, el horno tejero de la Ronda Norte, El Colmenarejo, Los Estantes, el campamento romano de Cáceres el Viejo o la Torre del Horno, en la muralla.
Mención aparte merecen los trabajos llevados a cabo dentro del Proyecto Primeros Pobladores de Extremadura, de los que se expusieron las últimas novedades producidas en los diferentes frentes abiertos por este Equipo: El Millar, Ribera del Marco y las cuevas de Santa Ana, El Conejar y Maltravieso, que van conformando una nueva visión del primer poblamiento de la ciudad de Cáceres ya en época pleistocena.
Las actas de tan interesantes jornadas serán publicadas próximanente por el Museo de Cáceres.
viernes, 18 de noviembre de 2011
II Jornadas de Arqueología en la ciudad de Cáceres y su entorno
martes, 8 de noviembre de 2011
El Reino de Caronte. Pinturas de Alfonso Martínez-Blay Medrano
Horario de visita de la muestra: Martes a sábado de 9,00 a 14,30.
Domingo de 10,15 a 14,30. Lunes cerrado.
jueves, 3 de noviembre de 2011
La pieza del mes. Noviembre de 2011
viernes, 21 de octubre de 2011
Últimos días para visitar la exposición "Escrito en el tiempo"
miércoles, 5 de octubre de 2011
II Jornadas de arqueología urbana en Cáceres
En este enlace puedes descargar el programa completo y el boletín de inscripción.
viernes, 30 de septiembre de 2011
La pieza del mes. Octubre de 2011
sábado, 24 de septiembre de 2011
jueves, 1 de septiembre de 2011
Visitas guiadas y talleres didácticos
miércoles, 31 de agosto de 2011
La pieza del mes. Septiembre de 2011
Cesta para cerezas
Tiras de madera de castaño trenzadas. 2009
Hervás
La cestería de mimbre ha tenido gran importancia en diversas localidades de la provincia de Cáceres, especialmente en la comarca de La Vera, pero la fabricación de cestos y otros enseres con fibra vegetal procedente del castaño ha estado mucho más limitada al Valle del Ambroz, donde se ha venido aprovechando una materia prima abundante en la comarca para desarrollar una industria artesanal que conoció su apogeo en el siglo XX.
El Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España recopilado por Pascual Madoz no recoge, a mediados del siglo XIX, ninguna referencia a esta artesanía en los pueblos extremeños de la zona, aunque sí en la cercana Montemayor (Salamanca); sin embargo consta que se trabajaba la fibra vegetal al menos desde 1752, en que el Catastro del Marqués de la Ensenada refiere la existencia de cuatro banasteros en Hervás.
La Guía de la Artesanía de Extremadura, publicada en 1980 por el profesor Honorio Velasco, recogía veintiún talleres de cestería abiertos en Baños de Montemayor y Hervás, pero auguraba su posible desaparición a medio plazo. Lamentablemente, en la actualidad no queda ni media docena de aquellos artesanos en activo, si se suman los de estas dos localidades más Aldeanueva del Camino. Entre los pocos artífices que siguen trabajando se encuentra Longinos Hernández Prol, quien continúa con la tradición sin renunciar a la renovación de su oficio, produciendo no sólo las piezas que eran de uso común en el pasado, sino también objetos de mobiliario acorde con los gustos y salidas comerciales actuales.
El proceso de fabricación comienza con la elaboración de las tiras vegetales a partir de la madera del castaño, a base del trabajo con la azuela y las cuchillas; con estas tiras ya cortadas y pulidas, de una anchura aproximada de 5 cm., se trenza un cuadrado que sirve de fondo de la pieza, y a partir de ahí se van levantando las paredes del cesto, tejiéndolo con otras tiras cruzadas de menor anchura, en torno a los 3 cm., hasta alcanzar la altura deseada. El remate del repulgo o borde solía hacerse con una correa que festoneaba todo el borde en espiral; en la actualidad se hace con rama fina de castaño claveteada y cosida al cesto con tiras de la misma fibra, y el asa es también de madera embutida en el trenzado del cesto por la parte interna y asegurada con clavos.
Si las formas más tradicionales eran los cestos para la ropa o el pan, en la actualidad se busca más un uso decorativo, sin perder la funcionalidad en tareas todavía vivas como la recogida de la cereza, base de la economía en el Valle del Jerte y también importante en el Ambroz. La cesta que se expone fue donada al Museo por la Asociación “Adaegina” Amigos del Museo de Cáceres en Marzo de 2009.
lunes, 1 de agosto de 2011
La pieza del mes. Agosto de 2011
Llave andalusí
Siglos XII-XIII
Provincia de Cáceres
Desde su origen las personas han sentido la necesidad de proteger sus viviendas: la llave, el objeto que abre y cierra, tiene un alto contenido simbólico más allá de lo puramente funcional: es San Pedro el que porta las llaves del cielo, quien abre la puerta de la vida eterna, y son las llaves de una ciudad su símbolo de hospitalidad más importante.
Las primeras llaves aparecen en el mundo egipcio, y estaban formadas por dientes que al introducirse en la cerradura haciendo palanca, desplazaban las distintas clavijas, sin necesidad de girar la llave. El mecanismo se fundamentaba en el tamaño y número de dientes y la distancia entre sí que tenían que coincidir con las clavijas de la cerradura.
En el mundo romano también existían las llaves con dientes, que mediante un movimiento vertical hacían coincidir los dientes con los orificios internos, seguidamente se desplazaba la llave horizontalmente para desbloquear el pasador interior de la cerradura. Los anillos con llaves incorporadas fueron muy populares tanto en hombres como en mujeres y correspondían a pequeñas cajas y cofres.
Otras llaves eran planas con calados en la hoja en lugar de dientes lo que obligaba a que los orificios coincidieran con el interior de la cerradura y al desplazar la llave verticalmente, si coincidían, el pestillo se elevaba y se abría la puerta.
Los modelos de llaves de al-Andalus, eran similares a los usados en el norte de Europa, mucho más complejos. En el extremo de la llave estaba el paletón donde se disponían los dientes, según su disposición la llave podía entrar o no en la cerradura. En el interior de la cerradura la llave giraba gracias a que los espacios libres del paletón no encontraban obstáculos ya que debían de coincidir con los del interior de la cerradura, en el final del giro los dientes desplazaban la cerradura y ésta se abría.
Esta llave ingresó en el Museo de Cáceres a principios del siglo XX probablemente procedente del término municipal de Cáceres. Es de hierro y de sección cuadrada; el ojo es circular sin decoración y se une al ástil, también denominado tija, en su parte más gruesa, su función es la de poder sujetar la llave y girarla para abrir la cerradura. El ástil es de sección cuadrada y va disminuyendo su grosor desde la unión con el ojo hasta el otro extremo que es más delgado; en el otro extremo está el paletón en forma de S que se une a la tija en un solo punto dejando espacios libres o guardas. En el extremo exterior del paletón se encuentran tres dientes separados entre sí.
La tradición cuenta que los judíos y musulmanes expulsados en la España medieval, portaron con ellos las llaves de sus viviendas, que guardaron durante generaciones, con la esperanza de volver y abrir una vez más sus casas.
lunes, 18 de julio de 2011
Curso de Verano de APOM
Esperamos sea del interés de todos nuestros seguidores
jueves, 30 de junio de 2011
La pieza del mes. Julio de 2011
Nori Ushijima (Kumamoto, Japón, 1956) entra en contacto con el mundo de la pintura a los cinco años de la mano de Tashiro Junichiro, un conocido pintor de paisaje japonés que le enseña los cánones del arte. Licenciado en Bellas Artes, por la Universidad Ochianomizu de Tokio, posteriormente consigue el título de Grabado en la Academia de Bellas Artes “Pietro Vanucci” de Perugia y el título de restaurador por el Istituto Centrale del Restauro, Ministerio Italiano para Bienes Culturales y Ambientales (Roma).
Durante su larga estancia en Italia, realiza importantes obras de restauración de autores como Filippo Lippi, Rafael, el Peruggino, Giotto, Bronzino, Guido Reni, Veronés y Caravaggio, entre otros. A raíz de su trabajo como restaurador de mosaicos y frescos de Villa Livia, galería de pinturas del Palacio Colonna y otros, empieza a introducir en su pintura técnicas antiguas como el fresco, el encausto, el temple al huevo y la caseína.
En 1991 se traslada a San Sebastián; en el País Vasco realiza diversos murales de grandes dimensiones con la técnica del fresco en los que representa la Sibila Delphica de la Capilla Sixtina, temas clásicos con motivos mitológicos e, incluso, hay otro basado en las esculturas romanas del Gálata moribundo (Campidoglio).
En 1997 realiza un retablo sobre fibra de vidrio que representa la leyenda del hallazgo de la Virgen de Valvanera para la Iglesia de la Asunción de Arenzana de Arriba, en la Rioja. En 1998 se traslada a Barcelona, donde reside en la actualidad. Durante sus años de estancia en España presenta numerosas exposiciones en el País Vasco, Cataluña y Canarias, donde realiza un mural de 4 x 5 m. sobre “Los sueños de Céfiro”. Tras nueve meses de trabajo, en 2007 concluye un espectacular mural de catorce metros en Mendaro, en el que aporta su visión sobre los usos y costumbres guipuzcoanos.
Representado desde 1996 por la galería Arteko, es considerado un excelente retratista; prueba de ello es el retrato del beato Plazaola que se encuentra en la capilla del Santo Cristo de Paz y Paciencia, en la iglesia de Santa María en San Sebastián. Su obra está representada entre otras, en las colecciones del Museo de Kamakura. Yokohama, Museo Municipal de Tokio, Fundación Juan March, Fundación Kutxa, Museo del Grabado de Goya (Fuendetodos), o Museo del Dibujo Castillo de Larrés (Huesca).
“Aljibe 1” muestra una visión del aljibe del Museo de Cáceres, con el juego característico de arcos y elementos sustentantes. Hay un predominio de las tonalidades oscuras, donde destaca un paramento iluminado al fondo de la escena. Debido a su larga estancia en Italia como restaurador y al dominio de las técnicas antiguas, Ushijima realiza esta obra con la técnica del fresco a seco con temple a la caseína.
Fue adquirida por la Junta de Extremadura en la Feria Iberoamericana de Arte Contemporáneo-Foro Sur 2010, y depositada en el Museo de Cáceres.