viernes, 27 de junio de 2014

La pieza del mes. Julio de 2014


Virgen de la Ternura o Heleoúsa (2013)
Santiago Sánchez Junco (Salorino, 1983)
Mosaico

La Virgen de la Ternura (en griego Heleoúsa o Glykophilousa) es un tipo iconográfico de representación de la Virgen con el Niño en el que María sostiene a su Hijo en sus brazos y sus caras se tocan mientras Jesús extiende su brazo hasta tocar el hombro de su Madre. Es una forma de representar la tierna relación entre Madre e Hijo muy particular del arte bizantino, y que hunde sus raíces en la tradición cristiana de Egipto, el mundo copto; de ahí también la presencia en la parte superior de las conocidas abreviaturas griegas MP-ΘΥ (Μήτηρ Θεού), que significan «Madre de Dios».
A la relación de amor entre María y el Niño, a esa condición de Madre de Dios se la designa etimológicamente como Theotokos, y tiene la función de mostrar a los fieles a la Virgen como Madre de todos los cristianos; la Iglesia, como plasmación terrenal del amor materno de la Virgen, se configura así como el ámbito en que se produce la plenitud de la relación entre Dios y su pueblo, a través de la Madre común.
La obra que se expone recoge este modelo tradicional en la iconografía bizantina representado mediante la técnica del mosaico; así, el icono que habitualmente es pintado al temple sobre tabla se trata aquí con una técnica que, si bien es conocida y profusamente utilizada por este arte, suele serlo como revestimiento de muros y plasmando grandes escenas religiosas y civiles. Aquí, el artista ha querido aplicar el mosaico a esta pequeña obra de devoción y de carácter más intimista.
Los materiales utilizados son teselas cortadas de revestimiento cerámico o gresite junto a vidrio de diferentes tipos con pan de oro en su interior y otros elementos secundarios como vidrio Tiffany, DM, etc. En general, el artista ha buscado crear la sensación de tridimensionalidad mediante el juego con las diferentes alturas del material utilizado, lo que rompe el carácter plano que habitualmente caracteriza al icono bizantino. Al mismo tiempo, el minucioso trabajo permite la observación a escasa distancia utilizando las líneas de unión de las distintas piezas para dibujar el contorno de las figuras, incorporando influencias de la técnica de la taracea o el trencadís modernista.
Esta Pieza del mes, realizada por el joven artista cacereño Santiago Sánchez Junco, pertenece a una colección particular y ha sido expresamente cedida para su exposición durante el mes de julio.
 

miércoles, 4 de junio de 2014

Exposición Taller de pintura de ASPAINCA



ASPAINCA
Del 3 al 29 de junio

El Museo de Cáceres acoge durante el mes de junio una muestra de pintura elaborada por los usuarios de la Asociación de Padres para la Integración en Cáceres (Aspainca), colectivo que atiende a personas con discapacidad y a la normalización de sus vidas y las de sus familias. Las obras expuestas han sido realizadas en los talleres de la asociación.

Entre las obras que se exhiben estos días se encuentran las que han desarrollado los usuarios del colectivo en los talleres de pintura que llevan a cabo en las instalaciones del centro, ubicado en la calle Antonio Floriano Cumbreño. La actividad les sirve como terapia y como elemento integrador.

Aspainca nació en Cáceres hace ya casi tres décadas. Está formada por casi un centenar de familias de la provincia (más 26 socios honoríficos y protectores), en la que se ofrecen los servicios de atención temprana o habilitación funcional, como terapia psicológica, logopedia, terapia ocupacional o fisioterapia.
Actualmente el colectivo oferta servicios a 300 personas aproximadamente, siendo todos beneficiarios directos de los mismos, de los cuales 73 son personas de entre 6 y 55 años de edad, con un mínimo de grado de incapacidad del 33% asociada a discapacidad intelectual, y otros 27 son niños entre 0 y 6 años con discapacidades de desarrollo establecidas o en situación de mayor riesgo biológico. 

Una vez más, y como viene haciendo desde 2001, el Museo abre sus puertas a los creadores de ASPAINCA con la seguridad de que todos los visitantes sabrán valorar el esfuerzo y el mérito del trabajo que profesores y alumnos desarrollan en este centro.

martes, 3 de junio de 2014

La Pieza del mes. Junio de 2014


Inscripción y retratos romanos
Siglo I. Talavera la Vieja
Mármol
 
 
Como se sabe, el enclave de la ciudad romana de Augustobriga viene siendo identificado con la población de Talavera la Vieja, municipio desaparecido en 1963 bajo las aguas del pantano de Valdecañas, en el río Tajo.
 
En 1952, en el curso de unas obras de canalización de agua para regadío, se hallaron casualmente las cabezas en mármol de un hombre, una mujer y un niño. Por diferentes motivos, estos objetos permanecieron en dependencias del Ayuntamiento, en lugar de ingresar en el Museo de Cáceres como establecía la ley; en 1963, cuando tuvo que disolverse el municipio por la inminente inundación de su término, las piezas pasaron a manos privadas de manera irregular, ocultándose del disfrute público como patrimonio común de todos los extremeños. Igualmente la inscripción fue hallada en 1887 en la muralla romana de Talavera la Vieja, y su texto, una dedicatoria al Senado y al pueblo de Augustobriga, permitió en su día identificar de manera inequívoca la ciudad romana con el pueblo conocido como Talaverilla. La lápida se mantuvo también en manos privadas desde su hallazgo y dice así: 
 
C(AIVS) IVLIVS C(AII)  F(ILIVS) Gl[- - -]
 SENATVI POPV(LOQVE)
AVGVSTOBR(IGENSI)
 HOSPES D(ONVM)
DAT
 
Afortunadamente, una actuación judicial de 1994 determinó la devolución de los objetos a la titularidad pública y su depósito en un museo estatal. En ese mismo año, la Junta de Extremadura iniciaba la inscripción de todo el conjunto como Bienes de Interés Cultural, dándoles la máxima protección permitida por la ley y comenzando una larga serie de gestiones para su devolución a Extremadura que ha culminado recientemente gracias a los esfuerzos desplegados desde la Consejería de Educación y Cultura y a la colaboración del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
 
El estilo de las cabezas-retrato, y especialmente los peinados que lucen tanto las dos masculinas como la femenina, permiten atribuirles una datación en torno a mediados del siglo I d. C., en época claudia o neroniana; su regular estado de conservación nos ha privado de apreciar en mayor detalle el virtuosismo del escultor, pero aún nos permite el disfrute de tres grandes obras del arte romano en nuestra provincia. Tanto las esculturas como la inscripción pasan a engrosar la colección estable del Museo de Cáceres y a formar parte de su exposición permanente, ampliando la representación arqueológica de época romana.