miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mujeres: tipos y estereotipos


Mujeres: tipos y estereotipos

Fotografías de José Ortiz Echagüe

Del 13 de Septiembre al 30 de Noviembre



La obra del fotógrafo José Ortiz Echagüe (Guadalajara, 1886 – Madrid, 1980) es hoy día una de las más valoradas por quienes se dedican al estudio de la fotografía española del siglo XX. La exposición Mujeres: tipos y estereotipos. Fotografías de José Ortiz Echagüe contiene una selección de obras de los fondos conservados en el Museo de Traje Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; el recorrido expositivo permite acercarse a uno de los grandes afanes de Ortiz Echagüe, el de documentar tipos humanos en vías de desaparición, especialmente visibles en sus retratos femeninos. 

La exposición que presentamos ha sido posible gracias a la iniciativa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y, tras haber itinerado por otras Comunidades Autónomas, llega a nuestra región de la mano de la Consejería de Educación y Cultura y del Instituto de la Mujer del Gobierno de Extremadura.

La intención documental que es común a la fotografía de los primeros decenios del siglo XX se ve enriquecida en el caso de Ortiz Echagüe con un vivo interés por la recreación de la vida popular española y, sobre todo, con su intencionalidad artística, patente en las cuidadas composiciones, la estudiada iluminación y una técnica personal y artesana de positivado al carbón directo sobre papel Fresson, que ya era retardataria cuando nuestro artista comenzó a usarla.
Ingeniero militar y piloto, Ortiz Echagüe desarrolló una brillante carrera profesional que le llevó a dirigir grandes empresas como CASA (Construcciones Aeronáuticas S.A.) o SEAT. Imbuído del espíritu regeneracionista del 98, en su obra fotográfica buscó, sin embargo, la plasmación de una España prístina, atemporal e incontaminada que desaparecía a ojos vista plasmada en el folklore, los monumentos, las tradiciones o los trajes populares.
Para fijar esa imagen premoderna de España, el artista no dudó en construir, elaborar o incluso inventar motivos o escenas cuando lo consideró conveniente; su serie España: tipos y trajes es una clara muestra de ello, con tipos humanos, escenarios y rituales que Ortiz Echagüe comenzó a fotografiar hacia 1915 y que empezó a publicar desde 1929 en su famoso libro del que llegó a conocer una docena de ediciones hasta 1971. 

El valor artístico de la obra de Echagüe ha sido considerado siempre por la crítica científica muy por encima de su importancia documental; él mismo reconocía la preparación de sus escenas colocando a los modelos y haciéndoles vestir las incómodas ropas de sus antepasados, recorriendo además las mismas rutas culturales que otros artistas, como Sorolla, habían marcado para recuperar esa España que se perdía ante el avance de la modernidad. Pero del aprecio artístico suscitado por su obra da idea el que se viera reflejada en filmes como La Aldea Maldita (Florián Rey, 1930 y 1942) o Boda en Castilla (Augusto García Viñolas, 1941) o en el propio Pabellón Español de la Exposición Internacional de París de 1937.
En lugar de representar a las personas desarrollando su vida cotidiana en el contexto en que viven, Ortiz Echagüe elige el primer plano como medio de aislar al personaje y, de alguna manera, convertirlo en un icono. En el caso de la mujer, mucho más representada por la mayor riqueza e interés de su indumentaria, las fotografías no están exentas de una cierta carga sexual, buscando el artista aumentar el misterio que se intuye tras los mantos y velos que a menudo cubren total o parcialmente el rostro femenino.
Junto al juego del descubrimiento de lo oculto, Ortiz Echagüe nos ofrece también la complicidad en muchos de sus retratos, reflejada en una mirada o en un gesto de clara sensualidad; por el contrario, en otras ocasiones la mujer baja la mirada como intimidada por el hombre que es el fotógrafo. En todo caso, la mujer aparece como modelo pasiva, a la que los pesados ropajes y los cuidados encuadres confieren esa sensación de inmutabilidad y permanencia que otorga atemporalidad a la obra de Echagüe. 
Entre las más destacadas obras de nuestro artista, hay que reseñar la serie realizada en Montehermoso en 1931; con ella, Ortiz Echagüe logra unas escenas ya clásicas que, junto a la pintura de Sorolla conservada en la Hispanic Society de nueva York, han influido determinantemente para que el traje femenino de Montehermoso sea el símbolo de Extremadura que hoy es.   

 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Programa de Voluntariado

Programa de Guías Voluntarios Mayores


Primera sesión de trabajo para las personas mayores de 55 años interesadas en formarse como guías voluntarios del Museo de Cáceres para grupos escolares y de Mayores.
Salón de Actos del Museo de Cáceres, Lunes 10 de Septiembre a las 11,00 de la mañana.
¡Sólo es preciso venir con mente abierta, espíritu inquieto y ganas de ser útil a los demás! Os esperamos.

viernes, 31 de agosto de 2012

La pieza del mes. Septiembre de 2012



Escalfador
Cobre. Finales del siglo XIX / inicios del XX
Guadalupe
Entre los enseres domésticos más usuales, han sido indispensables los cántaros, jarros, calderos, ollas y chocolateras, pero también los braseros, alambiques y calentadores de cama, todos ellos hechos con chapa de cobre, que en Extremadura y otras zonas limítrofes solían comprarse a artesanos de Guadalupe.
En efecto, el oficio de la calderería en la villa de Guadalupe parece remontarse a finales de la Edad Media, con unos inicios que suelen vincularse, sin pruebas fiables, a la llegada de artesanos alemanes o italianos. En todo caso, la manufactura del cobre se desarrolla, como otros oficios artesanales, a la sombra y por el impulso del Monasterio jerónimo y por la demanda de la multitud de peregrinos y transeúntes que éste atrajo durante varios siglos. A lo largo del tiempo llegaron a funcionar dos molinos con martinete para el batido de la chapa de cobre en el río Guadalupejo y otro más en el Ruecas, todos ellos propiedad del monasterio; en 1752 el batido de cobre empleaba a ocho artesanos a sueldo de los monjes, y la fabricación de recipientes con la hoja de cobre suministrada por los martinetes daba trabajo a dos oficiales, dos aprendices y siete maestros caldereros, que además hacían las tareas de tratantes de sus productos dentro y fuera de la Puebla de Guadalupe. Como es habitual, el oficio del cobre pasa de padres a hijos, siendo de destacar las familias Ramiro, Valmorisco o Prada en el siglo XVIII, o las Collado y Sierra en el XX. En los años veinte del siglo pasado funcionaban 16 talleres de cobre en Guadalupe, que en la actualidad se han reducido a la media docena.
El cobre solía formar parte del ajuar de las novias en Extremadura, que acostumbraban a aportar al matrimonio dos cántaros, dos jarros, dos medidas, dos calderetas, un caldero y una espetera con sus cazos y sartenes, piezas imprescindibles que, como puede verse, solían encargarse por parejas. Muchos de estos objetos llevaban remates o detalles de hierro, como las asas o el refuerzo de la base, o de latón, que solían ser detalles decorativos que identificaban al artesano por su personal factura, y además se les aplicaba un baño de estaño en el interior cuando eran destinadas a la preparación o consumo de alimentos.
Entre los utensilios habituales en estos ajuares, el escalfador o escalzaor es una curiosa pieza que sirve para calentar el agua junto al fuego y para rociarla a voluntad; era utilizado por los barberos en el afeitado, pero abarcaba otras facetas de la higiene corporal e incluso se usaba en la cocina para la preparación de alimentos, como las migas, que requieren la aspersión de agua fría o caliente.
La pieza que exponemos está fabricada con una sola chapa de cobre troquelada y doblada sobre sí misma, y tiene la característica forma cilíndrica y abombada en su parte inferior, está reforzada en la base con un aro de hierro claveteado, y posee también un asa de hierro en forma de “S”. La tapa, agujereada con trece orificios y sujeta al cuerpo de la pieza por una cadenita, está hecha en latón al igual que la franja que decora la parte superior del cuerpo, denticulada en su borde inferior y con un motivo serpenteante a base de eses invertidas y círculos repujados. Es parte de la colección formada por el placentino D. Pedro Pérez Enciso y depositada en el Museo de Cáceres por la Excma. Diputación Provincial.

viernes, 17 de agosto de 2012

Nuevo Blog de la Tienda del Museo de Cáceres


Desde el pasado mes de Julio, el Museo de Cáceres ha puesto a disposición de sus usuarios el nuevo servicio de la Tienda del Museo.
El proyecto es gestionado por la Asociación Cultural Lemon y Coco, y sus beneficios se aplican a la organización de las actividades culturales que la Asociación lleva a cabo en la Comunidad extremeña.
La tienda ofrece el usuario recuerdos de su visita al Museo, tales como camisetas, gorras, tazas, chapas o imanes con motivos alusivos a las colecciones del Museo, además de todas las publicaciones disponibles del Museo de Cáceres.
Para acceder directamente a toda la oferta de la tienda, haga clic Aquí.

martes, 31 de julio de 2012

La pieza del mes. Agosto de 2012


 
Placa del Regimiento «Guadalajara»
1811-1818
Bronce

En los ejércitos del siglo XIX, la misión de la caballería ligera (cazadores) era obtener información mediante la observación del enemigo e impedir que éste pudiera obtenerla; los cazadores actuaban en orden abierto y disperso, y sus caballos eran más rápidos, ligeros y de menor alzada que los de la caballería de línea (cuerpo de dragones y coraceros). El jinete carecía de protecciones precisa-mente para aligerar el peso, pero llegado el momento en la batalla podían combatir como caballería de línea, aunque con desventaja en el choque dado su menor peso y alzada.
El Cuerpo de Caballería Ligera de Cazadores de Guadalajara, reconocido por la Regencia, se creó por disposición de 24 de diciembre de 1811 y fue organizado por D. Juan Martín Díaz “El Empecinado” con cuatro escuadrones y 320 caballos, con partidas de guerrilleros montadas que fueron militarizadas. Fue adscrito al 2º Ejército de Valencia, Aragón y Cuenca dentro de la División Volante del Empecinado o de Guadalajara; está división estaba formada por dos Batallones de Voluntarios, uno de Guadalajara y otro de Madrid, un Batallón de Tiradores de Sigüenza, una Compañía de Alemanes y un Regimiento de Caballería. Los Cazadores de Guadalajara combatieron a lo largo de 1812 en las provincias de Madrid y Segovia, luchando el 31 de mayo de 1813 en la acción de Talamanca, y participando en octubre de ese año en el bloqueo de Tortosa.
Hacia abril de 1813, con los Cuerpos de Caballería de Línea de Cuenca, de Dragones de Soria, de los Cazadores de Guadalajara y Madrid, y el de Húsares de Aragón, se formaron 13 escuadrones, entre ellos tres de Guadalajara, siguiendo el reglamento que dice “…cada Regimiento constará de tres escuadrones… y cada escuadrón de tres compañías, cada compañía de 60 caballos y 71 hombres”. Tras aplicar el reglamento, el Regimiento de Cazadores de Guadalajara constará de 630 hombres y 549 caballos, dependientes del 2º Ejército.
Un nuevo reglamento se aplicó a finales de 1814, componiéndose ahora cada Regimiento de 5 escuadrones y cada escuadrón de 2 compañías; en total 10 compañías con 544 hombres y 434 caballos, contando con cuatro oficiales al mando (un capitán, dos tenientes y un alférez). Cada compañía constará de la siguiente tropa: un sargento primero, tres sargentos segundos, un trompeta, cinco cabos primeros, 5 cabos segundos, cuatro carabineros o granaderos, 24 soldados montados y 11 soldados desmontados. Este reglamento será a su vez reformado por otro de 1 de junio de 1815, el cual establece que el Regimiento de Guadalajara pase al de Húsares. Cada Regimiento quedaba compuesto por cuatro escuadrones de dos compañías cada uno y la Plana Mayor, formando cada compañía 94 hombres (un capitán, un teniente y dos alféreces, un sargento primero, cuatro sargentos segundos, un trompeta, cinco cabos primeros, 67 soldados montados y siete desmontados) y 83 caballos. En total el Regimiento al completo lo formaban 773 hombres (44 oficiales y 729 soldados) y 668 caballos; este Regimiento desapareció en 1818, refundiéndose con el Regimiento de la Reina.
La pieza metálica que exponemos pertenecería, por su tamaño, a la bandolera y cartucherín del jinete, que lleva la leyenda «CABALLERÍA LIGERA CAZADORES DE GUADALAXARA». Durante la Guerra de la Independencia, Badajoz es liberada por los ingleses en abril de 1812 y el paso de Almaraz en mayo siguiente, por lo que Extremadura queda a partir de ese momento libre de franceses, salvo algunas escaramuzas, por lo que no parece probable que los Cazadores de Guadalajara actuasen en nuestra región. 
 
Fabián Lavado Rodríguez

viernes, 29 de junio de 2012

La pieza del mes. Julio de 2012


Rafael Romero, El Gallina (1981)
José E. Lamarca (San Isidro, Buenos Aires, 1939)
Fotografía en blanco y negro
 
 
La fugacidad puede capturarse. Es posible hacerla palpitar entre los blancos y negros de una fotografía. Contra el propio corazón. La emoción puede retratarse; la ha atrapado para siempre la sensible lente de Lamarca.
El argentino José E. Lamarca nace en  San Isidro, Buenos Aires en 1939 y en los años sesenta se inicia como fotógrafo realizando trabajos de documentación periodística. En esa época entabla relación profesional con los fotógrafos Rolando Paiva y Humberto Rivas y retrata a numerosos escritores y artistas de su país. Ejerció de fotógrafo sindical para denunciar las condiciones de vida de diversos colectivos de trabajadores de Argentina y Chile, y esto le costó el exilio. En 1972 huyó de Argentina acompañando al ballet de Antonio Gades y se instaló en España.
Tras largos años de intensa relación personal con los flamencos, Lamarca ha realizado una importante memoria gráfica de la historia del cante, el toque y el baile de las últimas décadas. Ha rehuido, por lo general, fotografiar a los artistas en el escenario, entre la maraña entorpecedora de micrófonos, y ha buscado el retratarlos en su propio medio, en escenas cotidianas o en el estudio, para acentuar con su visión la personalidad de cada uno de sus modelos.
Los retrata con la sobriedad inquietante del blanco y negro. Lo hace de forma árida, directa, dura y entrañable a un tiempo, mágica y real, sin concesiones, como es el arte del flamenco. La mirada que Lamarca proyecta sobre sus retratados es sosegada y la sencillez con que ilumina las escenas posibilita que el espectador contemple sin obstáculos ni indicaciones añadidas a unos personajes que tienen un universo propio.
Poco importa que la imagen haya sido captada hace cuarenta años o antes de ayer, la firma del artista es inconfundible, porque se trata de un autor que posee el talento de estar a la vez presente y ausente, de permitir al sujeto manifestarse entre unas refinadas fronteras tácitamente prefijadas; es el retratista discreto, aislado del mundanal ruido y del artificio, que reconoce al otro y da testimonio de su existencia.
La fotografía que exponemos nos muestra a Rafael Romero, “El Gallina”, cantaor nacido en Andújar (Jaén), en 1910. Con un cante fuerte, hondo y al mismo tiempo lleno de sutileza sacada del corazón, ha sido premiado en numerosas ocasiones, sobre todo con el Premio Nacional de Cante en 1973 y 1974.
Esta fotografía formó parte de la exposición “Elke Stolzenberg y José Lamarca” celebrada en el Museo de Cáceres en 1999, que daba a conocer las obras de estos dos fotógrafos que viven por y para el flamenco, y al año siguiente ingresa en el Museo, como depósito de la Junta de Extremadura, junto a otra del mismo artista, “Paco de Lucía y Camarón”.
 
 

miércoles, 27 de junio de 2012

Primeros pasos del nuevo Grupo de Voluntarios


El 13 de Junio tuvo lugar en el Museo de Cáceres la reunión anunciada como primera toma de contacto para la captación de nuevos Guías Voluntarios Mayores para explicar el Museo a grupos escolares y de mayores. La reunión contó con la participación de D. Juan Francisco Rivero Domínguez,   en representación de la Confederación Española de Aulas de la Tercera Edad, entidad creadora e impulsora del programa. 
Un total de 24 personas se han inscrito como interesadas en el programa de Guías Voluntarios Mayores en el Museo de Cáceres, si bien otras varias personas se han dirigido al Museo en los últimos días, por lo que aún es posible apuntarse, bastando para ello con enviar un correo electrónico manifestando el interés a nuestra dirección: museocaceres@juntaextremadura.net.
El curso de formación dará inicio el próximo lunes, 10 de Septiembre; las personas inscritas recibirán información completa de la convocatoria.


miércoles, 13 de junio de 2012

Programa de Guías Voluntarios


 
 
El Museo de Cáceres fue pionero en la ciudad en poner en marcha, en 1999, un programa de Guías Voluntarios Mayores que ha venido funcionando a plena satisfacción durante más de una década.
 
A lo largo de estos años, miles de escolares y de mayores han visitado el Museo de la mano de nuestros voluntarios, que entregan su tiempo libre de manera altruista para el mejor conocimiento de nuestro Patrimonio cultural.
 
Con la intención de mantener y ampliar tan necesario servicio, el Museo de Cáceres convoca a todas las personas mayores de 55 años que dispongan de tiempo libre y ganas de ser útiles, a formar parte de nuestro grupo de Guías Voluntarios. Para ello no es necesario tener una formación académica especial ni conocimientos previos sobre el Museo, ya que recibirán la formación necesaria de la mano de los técnicos especialistas y la correspondiente credencial oficial de Voluntario.
 
Quienes estén interesados deben acudir a la reunión informativa que  se celebrará en el Salón de Actos del Museo el miércoles, 13 de Junio, a las 19,30 horas. 
 
 

miércoles, 6 de junio de 2012

A tourist in your mind


 
Alberto Marcos Barbado
Del 7 de Junio al 28 de Agosto

Inauguración: Jueves, 7 de Junio de 2012, a las 20,30 horas

A tourist in your mind es una exposición organizada por la Asociación Cultural Lemon y Coco en colaboración con el Museo de Cáceres, que recoge una selección de la más reciente producción sobre papel del artista extremeño Alberto Marcos. En total se muestran más de cincuenta dibujos de pequeño y gran formato procedentes de las series “El bosque de cactus”, “La edificación de la derrota” y “Esto lo podría hacer un niño” y otros que homenajean o critican con ironía a artistas u obras cumbre de la historia del arte, junto a la serie de monotipos “A tourist in your mind”, que da nombre a la muestra.
En todas las obras se percibe la destreza técnica de Alberto Marcos en el manejo del lápiz, y su interés por reflejar escenas de otras épocas, para las que toma como fuente de inspiración fotografías antiguas que transforma muchas veces con grandes dosis de ironía y surrealismo. 
 
Alberto Marcos es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, Técnico Superior en “Grabado y técnicas de estampación” por la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Granada y Diploma de Estudios Avanzados en el programa de “Dibujo, diseño y nuevas tecnologías” de la Universidad de Granada. Ha expuesto de manera individual o colectiva en Granada, Cádiz, Cuenca, Palencia, La Coruña, Zaragoza, Salamanca o La Laguna y su obra ha sido seleccionada en certámenes como las Becas Zurbarán a Artistas Plásticos de la Junta de Extremadura por su proyecto “A tourist in your mind”. Ha ganado el Primer Premio del Certamen Internacional de Grabado Bodegas Dinastías Vivanco y sus dibujos han sido adquiridos, entre otros, en el Certamen Desencaja de la Junta de Andalucía. Su obra forma parte, entre otras, de la Colección de Gráfica Contemporánea de la Biblioteca Nacional. 
 
 
 
 

lunes, 4 de junio de 2012

Exposición Taller de pintura de ASPAINCA


 
Del 4 al 29 de de Junio
 
Como es tradicional en el Museo de Cáceres, el mes de Junio está dedicado a las colaboraciones con entidades que, como la Asociación ASPAINCA, trabajan por la integración de las personas discapacitadas y la normalización de sus vidas y las de sus propias familias.
Entre    las    actividades    que, desde 1987, viene desarrollando la asociación, se encuentra el taller de pintura, en que los jóvenes adquieren una formación artística y utilizan al mismo tiempo el arte como terapia y elemento integrador; en esta ocasión, el Museo abre sus puertas, como viene haciendo desde 2001, a los creadores de ASPAINCA con la seguridad de que todos los visitantes sabrán valorar el esfuerzo y el mérito del trabajo que profesores y alumnos desarrollan en este centro. 
 

La exposición será inaugurada el Lunes, 4 de Junio a las 20,30 horas.