lunes, 3 de diciembre de 2012

La pieza del mes. Diciembre de 2012


 
 
Cachimba
Roca vitrificada y madera
El Gasco (Nuñomoral, Las Hurdes) 
 
En la alquería hurdana de El Gasco se encuentra un montecillo que es conocido como “El Picu del Castillu”, sin duda porque se observan en él restos de un probable castro amurallado. Su principal particularidad es la presencia de un tipo de roca similar a la piedra pómez, la cual ha sido sucesivamente explicada por los científicos como los restos de una vieja actividad volcánica, de ahí la denominación de “El volcán de El Gasco”, el efecto del impacto de un meteorito, y últimamente como la vitrificación a que llegó la roca de la construcción defensiva debido al incendio de una  gran cantidad de madera que tal vez la cubría.
 
Este material pétreo ha sido utilizado por los artesanos, durante generaciones, para la fabricación de diferentes elementos decorativos y, sobre todo, de cazoletas de cachimba. Lamentablemente, el yacimiento parece haber sido recientemente esquilmado para el aprovechamiento de la piedra en la industria del lavado de pantalones, pese a su valor arqueológico y a haber sido declarado Lugar de Interés Científico por la Junta de Extremadura mediante Decreto de 29 de julio de 2003.
 
Entre los hurdanos que se han dedicado a la fabricación de cachimbas en El Gasco destaca sin duda Eusebio Martín Domínguez, tío Eusebio, pastor de cabras, carbonero, hortelano y magnífico artesano; fabricaba cachimbas con madera de brezo y piedra del volcán, y otros enseres con madera de nogal. Tío Eusebio, que falleció en 1987,  era además un verdadero archivo viviente de historias, anécdotas y cantares de Las Hurdes, un auténtico zajoril, es decir, hombre sabio y respetado, considerado bueno y justo, conocedor de las costumbres y capaz de mediar en pleitos y conflictos, con un buen conocimiento sobre medicina popular, artesanía y tradición oral.
 
Tío Eusebio fue quien empezó a vender las cachimbas en El Gasco, una tradición en la que continúan  algunos  artesanos como Cristino Crespo o  José Aceituna, quienes siguen utilizando la misma técnica y materiales de trabajo de tío Eusebio. La cachimba de El Gasco puede ser entera de madera, fabricándose con cepa de brezo, olivo o nogal y decorándose al pirograbado con motivos de espiga o geométricos, o también con la boquilla de madera y la cazoleta de piedra del Picu del Castillu. La piedra se lima contra el suelo para darle forma y suavizarla, luego se moldea con un destornillador o cuchillo, con un tubo acodado se hace el agujero para poner el tabaco, y con un alambre se abre poco a poco el del tiro de la boquilla. Las de madera se decoran con un hierro apuntado (sobillón) calentado al fuego.
 
La cachimba que se expone ingresó en el Museo de Cáceres en 1998 por donación de su propietario, que años antes la había adquirido al tío Eusebio. 
 
Tío Eusebio en 1987. (Fotografía Demetrio González Núñez)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario