Del 3 de Mayo al 1 de Junio
Conocí la obra de Julio Diaz Rubio casi por azar, a través de un amigo común. Uno de esos azares medidos con que el destino suele jugar con nosotros. Me impresionó vivamente su innegable talento y ello me llevó a querer conocer más acerca de él y de su trayectoria artística.
Julio es un artista joven en plena efervescencia creativa. Nacido en Cáceres en 1984, desde su infancia sentía la necesidad de interpretar el mundo, de dibujarlo con su particular óptica, de un modo casi compulsivo lo cual le llevó a estudiar el bachillerato artístico en el I.E.S. de Cáceres y luego la carrera de Bellas Artes en Salamanca, donde tuvo matrícula de honor en pintura y en dibujo morfológico, sin que el academicismo hiciera mella en su talento libre y poderoso. Ha participado en algunas exposiciones colectivas en Salamanca, Altea y Sevilla con gran éxito.
Le conocí en persona con un boli en la mano y un bloc de notas donde recogía fragmento de su cotidianeidad y cuando vi sus obras mayores en su estudio pensé que era el momento de que salieran a la luz para la confrontación con el público.
Ambicioso en la composición, valiente en su temática, fuerte siempre, a veces algo torturado, bebe de las fuentes de los mejores artistas del siglo XX internacional así como de los maestros del Siglo de Oro lo cual le ha llevado a desarrollar un estilo reconocible y personal. Su pasión por la figura humana es innegable. Su deseo de retratar el alma es a veces casi doloroso. Este constante deseo de ver más allá de la apariencia lo hace sin duda uno de los mejores retratistas que ha dado nuestra tierra.
Al elegir las obras para la exposición he querido recoger una muestra de sus mejores facetas que al mirarlas en su conjunto nos dan una idea cabal del artista al completo. Las series de dibujos son excepcionalmente buenas y muy diferentes. La primera es de un onirismo casi delirante donde los escorzos, personajes e imágenes son dignos herederos de una tradición que arranca con el Jardín de las Delicias de El Bosco. Las otras dos series de dibujos muestran el talento extraordinario del dibujante de
la cotidianeidad. Dibujos con alma, exquisitos, delicados fuertes en bolígrafo la segunda y la tercera es una serie de dibujos donde las tintas crean una atmósfera poderosa que atrapa al que lo contempla.
Sus óleos son un paso más hacia su mirada interior, hacia su modo de querer interpretar el mundo. En ellos podemos ver su fascinante modo de entrar en la realidad a través de una paleta poderosa que retrata a su familia, a sus amigos y a la mujer, que es una fascinación constante, casi dolorosa en su arte. Ajeno a un compromiso que no sea con su modo de ver el mundo, sin sus mejores obras están aún por crearse. Eso le hace uno de los talentos más prometedores de nuestra pintura regional que está llamado a alcanzar un puesto entre los grandes artistas figurativos de España.
Jose Miguel Carrillo de Albornoz Muñoz de San Pedro
Vizconde de Torre Hidalgo, Comisario de la exposición
Inauguración: Viernes, 3 de Mayo a las 19,30 horas. Acceso libre
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