Historia del culto y santuario de Nuestra Señora de la Montaña
Miguel Ángel Orti Belmonte. 1949
Quien fuera Director del Museo de Cáceres entre 1921 y 1951, D. Miguel Ángel Orti Belmonte, publicó una serie de artículos en la revista El Santuario de la Montaña, de 1944 a 1946, en los que recogía los frutos de su investigación histórica realizada a partir del archivo documental de la Real Cofradía de la Virgen de la Montaña. El interés suscitado por los datos expuestos, una auténtica historia del culto a la Patrona de Cáceres, y la elevada demanda de los ejemplares rápidamente agotados, le llevó a reunir todos los artículos en el libro que tituló Historia del culto y Santuario de Nuestra Señora de la Montaña, Patrona de Cáceres, publicado en dos volúmenes por la Imprenta de la Diputación Provincial (1949-1950).
La obra, reeditada varias veces con posterioridad, es el principal documento bibliográfico para el conocimiento de los orígenes y el desarrollo histórico del culto a la Virgen de la Montaña en Cáceres, así como las diferentes fases constructivas del santuario, la historia de la Cofradía y la evolución de la fiesta de la Virgen a lo largo de los cuatro últimos siglos.
De acuerdo con el trabajo de Orti, el culto a esta advocación mariana comenzó bajo la denominación de Nuestra Señora de la Encarnación de Montserrat, probablemente debido a lo agreste del paisaje en que se ubicó la primitiva ermita en 1621, cuyas peñas y riscos pudieron evocar a las del santuario catalán en la devoción del promotor del culto, Francisco de Paniagua, natural de Casas de Millán. La fiesta de la Virgen se celebraba el 25 de Marzo, día de la Encarnación, y desde los primeros años tuvo el carácter de fiesta campestre, con roscas y frite que se consumían en la explanada que hoy ocupan la Casa de Ejercicios Espirituales y el aparcamiento del santuario, rodeada de lo que era un bosque de castaños, pinos y encinas, hoy desaparecido.
En cuanto a la imagen de la Virgen, Orti fecha su talla entre 1620 y 1626, probablemente por un imaginero sevillano. Sostiene que la imagen actual es la primitiva y original, en contra de las afirmaciones de Publio Hurtado, que identifica la primera talla con la que se conserva en el Convento de San Pablo argumentando que la del santuario sería una segunda encargada en 1641; Orti se basa para negarlo en la documentación existente y en que en esta última fecha ya era conocida como Nuestra Señora de la Montaña, mientras que la imagen del santuario lleva una leyenda en la peana que la identifica como Nuestra Señora de Monserrate, lo que demostraría haber sido realizada antes de la fecha propuesta por Hurtado.
De acuerdo con el trabajo de Orti, el culto a esta advocación mariana comenzó bajo la denominación de Nuestra Señora de la Encarnación de Montserrat, probablemente debido a lo agreste del paisaje en que se ubicó la primitiva ermita en 1621, cuyas peñas y riscos pudieron evocar a las del santuario catalán en la devoción del promotor del culto, Francisco de Paniagua, natural de Casas de Millán. La fiesta de la Virgen se celebraba el 25 de Marzo, día de la Encarnación, y desde los primeros años tuvo el carácter de fiesta campestre, con roscas y frite que se consumían en la explanada que hoy ocupan la Casa de Ejercicios Espirituales y el aparcamiento del santuario, rodeada de lo que era un bosque de castaños, pinos y encinas, hoy desaparecido.
En cuanto a la imagen de la Virgen, Orti fecha su talla entre 1620 y 1626, probablemente por un imaginero sevillano. Sostiene que la imagen actual es la primitiva y original, en contra de las afirmaciones de Publio Hurtado, que identifica la primera talla con la que se conserva en el Convento de San Pablo argumentando que la del santuario sería una segunda encargada en 1641; Orti se basa para negarlo en la documentación existente y en que en esta última fecha ya era conocida como Nuestra Señora de la Montaña, mientras que la imagen del santuario lleva una leyenda en la peana que la identifica como Nuestra Señora de Monserrate, lo que demostraría haber sido realizada antes de la fecha propuesta por Hurtado.
La imagen de la Virgen bajó a Cáceres por vez primera el 3 de mayo de 1641, con motivo de unas rogativas para aliviar la terrible sequía que padecían los campos; así, durante los siglos XVII, XVIII y XIX se suceden las bajadas sin fecha fija y siempre motivadas por episodios de sequía o epidemias. La Virgen de la Montaña no es declarada Patrona de Cáceres hasta 1906, fecha en que inicia las bajadas periódicas a la ciudad, cada cuatro años al principio y anuales desde 1945, y en que se traslada su fiesta al primer domingo de Pascua de Resurrección, si bien desde 1975 ha quedado fijada en el primer domingo de mayo.
El libro que elegimos como pieza del mes fue donado a la biblioteca del Museo de Cáceres por su autor, en la época en que fue su Director.
El libro que elegimos como pieza del mes fue donado a la biblioteca del Museo de Cáceres por su autor, en la época en que fue su Director.
Virgen de la montaña, preciosa!!!!, mi madre tenia tanta fe en ella que; subio de rodillas parte de la montaña( como promesa), cada vez que visitaba Caceres, si podiA la visitaba. Me gusta esta informacion. Gracias desde Madrid!!!
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